Por: Javier Navarro- GB Consultores.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha anunciado el final de su programa de estímulos; en consecuencia, se avecina una subida de tipos de interés  ¿Cómo afectará la futura subida de tipos del BCE a España?

La economía española ha crecido durante los últimos tres ejercicios a un ritmo próximo al 3,0 %, basándose en sus fortalezas internas, mejora de la competitividad y un entorno macroeconómico a nivel mundial que acompaña favorablemente.

Esta tendencia se ha mantenido durante el primer trimestre de 2018, así lo refleja el dato positivo del PIB que creció un 0,7 % intertrimestral y un 2,9% interanual, según el avance del INE.

El mercado laboral ha mejorado notablemente, situándose la tasa de desempleo en el 16,7 % tras descender dos puntos porcentuales en el último año. Se pretende alcanzar el 10 % en dos años, situación actual de la Unión Europea.

Fuente: Invesing.com No obstante, los mercados financieros muestran una mayor volatilidad que en 2017 dado el crecimiento de los riesgos geopolíticos, el miedo a las políticas gubernamentales de carácter proteccionista y una política monetaria más transigente. Buenos ejemplos de ello son la guerra comercial entre E.E.U.U. y China, las elecciones en Italia, o la situación de Cataluña. Adicionalmente, el índice VIX, popular índice que mide la volatilidad del mercado, se ha situado durante los últimos meses en niveles superiores al promedio de 2017.

El reciente incremento del precio del petróleo, con perspectivas de terminar el 2018 por encima de lo experimentado en 2017, afectará negativamente a la cuenta corriente española. Adicionalmente, cabe destacar que la tasa de ahorro de los hogares se situó en 2017 por debajo del 6 % de la renta bruta disponible, registros similares al momento del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007.

En su última reunión, el BCE ha desvelado cual será su hoja de ruta para los próximos meses, anunciando el fin del programa de compra de activos netos en diciembre. No obstante, plantea una reducción de las compra hasta situarlas en 15.000 millones de euros mensuales (actualmente son 30.000 millones de euros mensuales) para el último cuatrimestre del año. En cuanto a los tipos de interés, el ejecutivo ha indicado que permanecerán inmóviles hasta, al menos, verano 2019. La política monetaria del BCE sigue en la línea acomodaticia dado que consideran que la inflación se va a mantener constante durante los próximos meses.

Si el programa de compra de deuda del BCE termina en diciembre, se podría tensionar las TIRes de los bonos y, por ello, dificultar la financiación, tanto pública como privada.  Supone un cambio de política monetaria, de expansiva a contractiva; con lo que aumenta el riesgo de recesión.

La subida de tipos afectará a los países más endeudados, como es el caso de España, con una deuda pública del 100 % referente al PIB (en 2007 se situaba en el 36 %), y una deuda privada superior al 140 %.

Debemos tener en cuenta que, en los países desarrollados los tenedores de la deuda pública son los particulares del propio país (en España 60% aproximadamente de la deuda total), lo que se esta convirtiendo en una rueda peligrosa.

La regulación de los tipos de interés es una herramienta de control de la inflación, a mayores tipos de interés menor inflación. Sin embargo, y a pesar de ser un factor que en la actualidad no parece ser problemático, podría serlo en el futuro por dos principales motivos: el aumento del 18 % del precio del petróleo; y la mejora económica que podría trasladarse a subida de salarios, lo que es inflacionista, ya que los tipos de interés están por debajo de la inflación (1,2 %).

Los bajos tipos de interés actuales han supuesto un aumento de la compra de activos con riesgo en busca de rentabilidades. Una hipotética subida de tipos podría provocar un giro en la tendencia, abandonando la renta variable por valores más seguros, como los bonos, de renta fija.

Una subida de tipos suele ser equivalente de fortalecimiento de la divisa, lo que deriva un encarecimiento de las exportaciones y un abaratamiento de las importaciones. En el caso de España, dada su dependencia energética y la reciente subida del precio del petróleo, podría tener un impacto positivo.

De este modo podríamos resumir las principales consecuencias de una subida de tipos por parte del BCE, que presumiblemente sucederá a mediados de 2019.

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