Por: Área Financiera GB Consultores

La consejera económica de la Representación de la Comisión Europea en España y miembro del Grupo de Trabajo de Recuperación y Resiliencia, Ann Westman, ofreció una conferencia en el Consejo General de Economistas de España para explicar las claves del programa UE Próxima Generación y del Mecanismo de Recuperación que ha puesto en marcha la UE para propiciar la salida de la crisis de la UE provocada por la pandemia del coronavirus.  

Westman inició su presentación asegurando que “la UE ha demostrado que se puede actuar con rapidez cuando hace falta”. De hecho se han movilizado 100.000 millones de euros para apoyar a las empresas y el desempleo. Por su parte, los Estados miembros también han movilizado recursos para mover sus economías y el Banco Central Europeo (BCE) ha actuado con su acción de compra de deuda.

Westman ha hecho hincapié en el nuevo instrumento Próxima generación de la UE que generara un 2% adicional del PIB en 2024 y creará millones nuevos empleos. El Consejo Europeo aprobó, el pasado mes de julio, 1,8 billones de euros por una recuperación inclusiva y ecológica. Este presupuesto proviene del proyecto plurinacional y otra parte del instrumento Próxima Generación de la UE.

Mecanismo de Recuperación

Sin embargo, el foco de su intervención estuvo en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Este Mecanismo está dotado con 662.000 millones de euros y busca la construcción de una economía europea más fuerte basada en la transformación verde y digital. Todos los Estados recibirán fondos pero los países más afectados por la crisis, como España, serán los más beneficiados. En total percibirá 140.000 millones de euros.

Los Estados miembros tienen que presentar un Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia en el que se proyecten reformas estructurales e influyan en políticas de crecimiento para promover la resiliencia social y la transición ecológica.

En este sentido, para contribuir a la transición ecológica se destinará un 37% de gasto del plan nacional de clima y protección de medioambiente; los países deben aportar pruebas de que los procesos “no son dañinos”. Por otra parte, un 20% se destinará a promover la transición digital. Cada Estado decide cómo repartir ese dinero.

Además, la CE incluye siete ámbitos de trabajo importantes para Europa con beneficios tangibles para la economía de la UE. Todos ellos van dirigidos a la mejora de la vida de los ciudadanos europeos. Estos son:

1.- Activación de tecnología limpia, aceleración de desarrollo y energía renovable.

2.- Mejora de eficiencia energética pública y privada.

3.- Repostaje de energía limpia y eficiente. Puestos de carga y repostaje. Ampliación de transporte público.

4.- Redes fibra, 5G, …

5.- Digitalización y modernización de las administración y reducción de la burocracia.

6.- Capacidad europea de la nube y desarrolladores de máxima potencia.

7.- Recapacitación y mejora de las habilidades con adaptación del sistema educativo a aplicaciones tecnológicas y con una formación profesional dirigida a todas las edades.

Procesos de evaluación de los planes nacionales

Desde el pasado 15 de octubre, los Estados miembros están entregando sus planes para dialogar con la UE; no obstante, el plazo finaliza el próximo 30 de abril de 2021. Westman insiste en la necesidad de que “se debe trabajar en planes ambiciosos y de amplia calidad”.  Para ayudar en su elaboración, la Comisión Europea ha preparado un pliego de acciones. Una vez concluya el plazo de presentación de los planes,  la UE tendrá dos meses para evaluar los planes finales y el Consejo Europeo aprobará estos planes por mayoría cualificada.

Será a partir de ese momento cuando los Estados podrán acceder a un 10% de prefinanciación del total destinado. A partir de ahí, el deseembolso del fondo se aportará según se produzca la consecución de los hitos y metas propuestas en los planes nacionales. El acuerdo del Consejo Europeo en julio fue histórico y ahora  “estamos convencidos de que habrá grandes proyectos de inversión porque es una oportunidad única para Europa” ha matizado Ann Westman.

¿Inversiones o reformas?

El Mecanismo de Recuperación está destinado tanto para hacer inversiones como reformas; ambos deberían ir de la mano para reforzarse mutuamente. “Es importante que se propongan como un paquete coherente. Los planes nacionales deben plantear los desafíos específicos para cada país con respuestas contundentes a los cambios estructurales”, apuntó Westman.

Para que estos planes sean exitosos, la CE ve imprescindible la participación de todos las instituciones nacionales: locales, regionales, interlocutores sociales, empresas,…. “Las regiones desempeñan un papel clave en las recomendaciones de estos planes”, aseguró Westman.

Aunque el Mecanismo no especifica una aportación concreta para las pymes, éstas si pueden y deben presentar proyectos en el ámbito medioambiental y digital. Las empresas deben acudir a sus ministerios para saber cómo gestionar la presentación de estos proyectos, ya que cada Estado se encargará de la gobernanza de estos fondos. En el caso español, el rol de las pymes está recogido en el documento España puede presentado por el Gobierno español.

La entrada en alguno de estos proyectos no impide que las empresas puedan recibir otro tipo de aportaciones de los fondos estructurales, pero Westman ha dejado claro que “en ningún caso habrá una doble financiación en los proyectos”.

Por otro lado, para prevenir el fraude, la Comisión tendrá un procedimiento de control de auditoría para evitar y corregir fraudes o intereses y poder así abordar deficiencias. “La Comisión puede hacer controles si hay sospechas y se puede aplicar controles y recuperar una cantidad proporcional de los fondos” concluyó Westman.

 

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