La incertidumbre en la economía mundial y nacional es máxima. El entorno VUCA (Volatil, Incierto, Complejo y  Ambiguo) se ha incrementado y no solo para las grandes compañías, sino también para las pymes. Sin duda nos tenemos que adaptar a la nueva situación provocada por la crisis de la COVID-19 y que va a estar presente más tiempo de lo que se esperaba.

Cuando aún no sabemos si la salida de la crisis será un U, en V o con la gráfica del anagrama de Nike, el director general de GB Consultores, Gonzalo Boronat, ha publicado en la revista Técnica Contable y Financiera (nº 32 – Julio-Agosto 2020) una tribuna con algunas “Reflexiones económicas y financieras y sus efectos en las empresas a cuenta del COVID”.

Entre las conclusiones destaca que existe la necesidad de una importante reestructuración operativa en las empresas lo que supone un nuevo plan estratégico, de negocio, comercial y operativo;  y, sobre todo, la puesta en marcha de un proceso de reestructuración financiera para ajustar del mejor modo posible la relación entre el servicio de la deuda y el Ebitda. A las nuevas operaciones formalizadas habrá que añadir el servicio de la deuda preexistente y podemos afirmar tras un seguimiento y análisis de un buen número de empresas que la sobrecarga de cash flow necesario para absorber este volumen de servicio de la deuda supone un desequilibrio que hace necesaria la reestructuración de la deuda.

Desde este artículo se invita a todas las empresas a realizar  este análisis de forma urgente lo que es posible que lleve a iniciar dichos procesos de refinanciación, bien de forma preventiva (ante posibles variaciones negativas o por mantener un margen de seguridad), bien de forma necesaria al observar la imposibilidad de hacer frente a dicho volumen a través de los flujos de caja generados vía cuenta de resultados y tenerlo que hacer a través del balance, es decir utilizando líneas de corto plazo (anticipos, descuentos….) para pagar los vencimientos del largo plazo lo que provocaría un desequilibrio financiero por la reducción del fondo de maniobra.

El área económica y financiera de las empresas van a asumir un importante trabajo en estos momentos derivado de los diagnósticos de situación y el desarrollo de los planes y proyecciones necesarias para evaluar el impacto de esta crisis sanitaria, así como en establecer, coordinar, desarrollar y negociar los planes financieros con los que dar la solución de estabilidad y de necesario equilibrio financiero a medio plazo.

Puede leerse la tribuna completa aquí.

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