Por: Área Financiera GB Consultores

Eliminar el riesgo en la empresa no es posible, pero sí gestionarlo y minimizarlo. Para poder tratarlo hay que encontrar mecanismos que permiten reducir el impacto negativo que pueda tener sobre la actividad empresarial; en este sentido, la aplicación de un mapa de riesgos se presenta como una herramienta fundamental para detectar riesgos a tiempo. De hecho, cuando un riesgo no se detecta con antelación se pueden llegar a producir daños irreparables que lleven a la empresa a un camino sin retorno.

Lo idóneo es localizar el riesgo en una etapa prematura, ya que es entonces cuando se puede  interpretar las posibles anomalías, tanto operativas como financieras que se generen en la compañía, a fin de corregir estas desviaciones y reducir los posibles daños. Abordar las deficiencias en fases iniciales genera menos costes en la empresa que los derivados de tratar de corregir los daños provocados.

Por otro lado, hay que considerar que la nueva coyuntura económica, marcada por un mundo globalizado, genera nuevas maneras de desarrollarse el riesgo. Así entre sus características:

  • Los riesgos cada vez son más heterogéneos, multidisciplinares y multidimensionales, siendo, más fácil su propagación a través del tejido empresarial.
  • A pesar de un mayor grado de informatización y monitoreo en la empresa, la incertidumbre favorece la propagación de los riesgos.
  • La mayor interdependencia entre las diferentes unidades de la empresa favorece la propagación interna de los riesgos. Además, al no existir esta frontera entre unidades, no se puede limitar la extensión del riesgo mediante límites organizacionales.

Por tanto, los riesgos son inherentes a la propia actividad empresarial. Por ello, se debe generar un modelo que le permita controlar y monitorizar, dado el potencial daño que pueda causar. La implantación de un mapa de riesgos en la empresa es extremadamente útil ya que su objetivo es sintetizar toda la información sensible de poder sufrir anomalías provocadas por los periodos de latencia del riesgo. A pesar de que no toda la información será cuantitativa, el mapa de riesgos mide y controla la exposición al riesgo de una empresa, facilitando una gestión proactiva que permita reducir los costes asociados a su propagación y a sus posibles daños colaterales en muchas ocasiones de difícil reparación.

Para mostrar las claves de la implantación de un mapa de riesgos en la empresa, la revista Técnica Contable y Financiera (nº 15 – enero 2019) publica el artículo La gestión del mapa de riesgos. En él se muestran los beneficios de esta herramienta, los tipos de riesgos que se puedan hallar en una empresa en función de la actividad, así como otros aspectos fundamentales para lograr el éxito en su aplicación. Para completar el contenido, se expone el caso práctico de una empresa vinculada al sector del transporte. Los autores del artículo son los profesionales de GB Consultores: Gonzalo Boronat, Roxana Leotescu, Satur Jiménez y Carles Pérez.

Se puede leer el artículo completo aquí.

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