Durante estos meses de pandemia, el COVID-19 nos ha dejado algunas lecciones. España se enfrenta a una crisis económica “singular” donde las pymes están siendo las grandes perjudicadas. Pero a pesar de la actual situación, hay espacio para el optimismo si las empresas preparan un plan estratégico; se trata de actuar con cautela y con fuerte supervisión y control.

El director general de GB Consultores, Gonzalo Boronat, ofreció unas líneas estratégicos para sobrevivir en el webinar “COVID-19. Reflexiones económicas y financieras”. Lo idóneo sería comenzar diagnosticando la posición de partida de la empresa en el momento que nos sorprendió el COVID para conocer la capacidad financiera; después recomienda proyectar distintos escenarios para 2020 y, por último, realizar una proyección de estabilidad a medio plazo 2021-2022. Boronat participó en la sesión formativa organizada por el Foro Emprendimiento con Talento, impulsado por CEEI Castellón y Diputación de Castellón en el marco de la iniciativa Focus Pyme y Emprendimiento.

Tras realizar un repaso del inicio de la pandemia, Boronat indicó que la falta de estabilidad e incertidumbre y por ello es necesario poner en marcha distintas acciones de manera inmediata. “Hay que dibujar distintos escenarios para poder actuar conforme vayan ocurriendo los hechos, es necesario disponer de un mapa de riesgos con el que se pueda calcular los efectos secundarios y con el que poder reaccionar lo antes posibles. Y, muy importante, elaborar un presupuesto, si no se hizo ya en marzo, que ha de revisarse mensualmente proyectando las acciones a medio y largo plazo”.

 Apuesta por una planificación conservadora y por “preocuparse por tener solvencia suficiente para tener capacidad de respuesta”. Con las operaciones ICO-Covid, “solo hemos comprado tiempo para sobrevivir”, asegura Boronat, y tan solo se ha pasado el problema de plazo. Cuando acabe el periodo de carencia hay que pagarlo, recuerda, y eso se producirá en marzo-abril 2021. De este modo es imprescindible proyectar escenarios y hacer un plan de acción económico-financiero, valorar cuáles son los riesgos COVID directos y no olvidarnos de los riesgos legales (legislativos, catastróficos, …).  Aun así, vaticina una salida de la crisis en forma de K, en la que algunas empresas mejorarán y habrá otras más perjudicadas que agudizarán su caída.

La buena noticia es que las empresas españolas han dejado de depender de los bancos para financiarse. En el caso concreto de las organizaciones valencianas cada vez se autofinancian más y están menos endeudadas. La posición actual de estas entidades no es la misma que la vivida en la crisis de 2008; así lo demuestra el análisis de la Radiografía de las 5.000 mayores empresas de la CVSA.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que tras la operación de Caixabank-Bankia, el sector financiero va a entrar en un claro proceso de fusiones y adquisiciones. Por eso, Boronat apuesta por no esperar y en caso de necesitar reestructurar la deuda, para asegurarse la liquidez, es preferible que acudan ya a una entidad financiera. “Los bancos tienen que mantener su rentabilidad y no pueden permitirse hacer nuevas provisiones. Por tanto van a mirar mucho a quién van a conceder un crédito;  nuestro rating tiene que ser muy bueno”, apostilla Boronat.

El 2021 viene muy complicado. No va a haber inversión pública porque el gasto corriente es muy fuerte. Boronat recuerda que el Banco de España ha empeorado los pronósticos de mejora económica, por lo que la recuperación no se espera hasta 2023.

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