Por: Rosana Gadea López. Área Financiera GB Consultores

A la hora de crear una empresa, uno de los aspectos que más preocupa a la sociedad es el acceso a la financiación para poder hacer frente a las necesidades financieras en el más corto plazo. Al pensar en financiación, la modalidad más conocida por la sociedad son los préstamos bancarios, pero están mayormente vinculados a largo plazo.

Cuando hablamos de financiación a corto plazo o circulante, para cubrir las necesidades de liquidez, el instrumento financiero más utilizado y probablemente el más conocido por la sociedad es el descuento de pagarés; aunque es una herramienta de gran utilidad, se puede ampliar muchísimo la gama de productos financieros empleados para generar liquidez en la empresa.

Vamos a realizar una breve explicación de las diferentes fuentes de financiación para que las empresas puedan gestionar su circulante.

  • Descuento bancario o el descuento de papel comercial o de pagarés. En esta operación, una entidad financiera entrega al cliente el valor actual descontado de un efecto asumiendo una posición acreedora respecto a un capital futuro representado en un efecto de comercio.
  • Pólizas de crédito o líneas de crédito en las que la entidad financiera pone a disposición de su cliente una cantidad (pactada previamente) la cual podrá disponer total o parcialmente durante el periodo fijado. El principal inconveniente de esta modalidad es que existe un límite de dinero del que podemos disponer y, en caso de exceso sobre el límite, las comisiones a pagar son elevadas. Por ello, se recomienda utilizar este instrumento para empresas con fluctuaciones transitorias de circulante.
  • Débitos Directos SEPA. Consiste en el descuento de papel basado en recibos bancarios, es decir, la entidad financiera ofrece recursos económicos a sus clientes recibiendo los recibos bancarios como aval del crédito. No es una modalidad muy utilizada porque no supone garantía alguna para las entidades financieras debido a que el riesgo existente es mayor ya que un recibo puede ser devuelto y no es un documento con poder ejecutivo.
  • El anticipo de facturas en el cual la empresa presenta a la entidad financiera una factura emitida a un cliente y la entidad financiera le adelanta el dinero correspondiente. Una vez la empresa cobra la factura de su cliente será la encargada de devolver a la entidad financiera el dinero. Una de las ventajas de esta operación es que la empresa decide qué facturas quiere anticipar y cuáles no. Al igual que ocurre con el anterior instrumento, los bancos también son reacios a esta modalidad debido a que las facturas tampoco tienen poder ejecutivo como si lo tiene el descuento de papel.
  • En cambio, en el factoring la empresa cede los derechos de cobro de toda o parte de su facturación a una entidad financiera, siendo ésta última la encargada de la gestión de la política de cobros. Existes dos modalidades de factoring: con recurso y sin recurso. La diferencia de ambos radica en la cobertura del riesgo ante impago. En el factoring con recurso cuando un cliente no atiende el pago de su factura, la entidad financiera reclama el importe a la empresa que es la responsable de dar respuesta ante el impago de sus clientes. Sin embargo, en el factoring sin recurso en caso de impago por parte de los clientes, la empresa queda exenta de responsabilidad alguna y es la entidad financiera la encargada de gestionar el impago. Por tanto, con ésta última modalidad, la empresa elimina el riesgo de impago y de retraso en el cobro de sus facturas.
  • Una nueva fuente de financiación diseñada para agilizar y gestionar los tradicionales métodos de pago es el confirming. La operativa de esta modalidad consiste en la subcontratación de la gestión de la política de pago, en la que la empresa comunica a la entidad financiera los diferentes pagos que debe realizar. Además de ofrecer ventajas para la empresa también es una fuente de financiación para los proveedores de la empresa principal debido a que la entidad financiera ofrece a los proveedores un anticipo de las facturas cedidas. Es una fuente de financiación muy valorada por las empresas porque ofrece poder de negociación a las empresas, ya que la entidad financiera asume el riesgo de insolvencia de la empresa pagadora, lo que significa que ante la quiebra o impago de la empresa sus proveedores estarán cubiertos del riesgo y será la entidad financiera quien lleve a cabo la operación.

Tanto el factoring como el confirming son dos fuentes de financiación que además de ofrecer las ventajas propias de la financiación, ofrecen ventajas a nivel administrativo al reducir las empresas reducen sus costes administrativos. De ahí la importancia de conocer cuáles son las diferentes alternativas que existen para conseguir financiación. No existe una modalidad mejor que las demás, sino todas son complementarias entre sí y ante una necesidad de financiación se debe valorar qué alternativa es la más ventajosa para cubrir la necesidad de liquidez en una determinada empresa en cuestión.

Uno de los aspectos que, desde la pasada crisis financiera, preocupa a las empresas es la cobertura del riesgo, conocido técnicamente como el consumo de CIRBE. La CIRBE es una base de datos del Banco de España donde están registrados todos los préstamos, créditos, avales y riesgos que asumen las entidades financieras con sus clientes, ya sean personas físicas o jurídicas. Ante este hecho, señalar que de todas las fuentes de financiación comentadas anteriormente las únicas dos con las que el riesgo de impago está cubierto y, por tanto, no consumen CIRBE son el factoring sin recurso y el confirming.

X